FIRMAMENTOS
Somos un constante ir y venir... un trasiego con punto de partida pero sin límites ni firmamentos. Porque los firmamentos no se firman y supuran como la transpirabilidad del algodón empapado en agua. No somos límites, pero tenemos cientos. Cientos de gestos, cientos de caras, cientos. Somos agitados que se relajan en silencio y silencios que se agitan ante la improbabilidad y ante lo injusto. Somos, porque de eso se trata, de SER. De alzar la voz, de reir a carcajadas y de llorar ante el frío.
Pilar Gomcas
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